Durante siete días, la Pastoral Social de la Diócesis de Palmira realizó la Semana del Migrante del 26 de septiembre al 3 de octubre. Una de esas actividades fue el montaje de una obra de teatro que fue producto de los talleres de formación de la Fundación Escénica y Cultural El Teatro Vive.
“La
idea de montar la obra surgió de conversaciones con el director de la Pastoral,
el Padre Arturo (Arrieta). De allí definimos que trabajaríamos durante siete
días formando a venezolanos y venezolanas que acudieran al llamado de los
talleres de formación”, explica Ana Rosario Grisales, tallerista del proceso
formativo.
La
obra fue estrenada en el Parque Bolívar a plena luz del día para que el público
asistente y quienes pasaban de forma desprevenida pudieran verla y conocer un
poco lo que le pasa a venezolanos y venezolanas que migran por las carreteras
de Colombia.
“El
contenido de la obra fue el resultado de la creación colectiva que entre taller
y taller iba dando forma a la obra. Así fue que las diferentes problemáticas e
historias que vive la población migrante fueron saliendo a flote y tomando
forma en una obra que además tuvo elementos de performance y contó también con
danza”, dice Ana Rosario.
El
resultado de la obra fue muy importante porque se pudo contemplar cómo las
personas eran sensibilizadas por el teatro y el arte.
“Es
importante sensibilizar a través del arte y la cultura a la sociedad
colombiana. Vivimos momentos peligrosos donde la xenofobia y la discriminación
llenan de odio a la comunidad. Y de la xenofobia al fascismo hay un solo paso.
Es a través del arte que podemos devolver el espíritu de solidaridad y ternura
que nos puede salvar de la barbarie”, concluye la tallerista.
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